La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, cada vez más complicada tras los allanamientos en Villa Martelli (Buenos Aires) y Tafí Viejo (Tucumán). Pese a la negativa, la administración de Milei compró alimentos que están almacenados, e incluyó a empresas sospechadas de corrupción.


 

    Por Oscar Dufour | (*)

 

Los escándalos alrededor del Ministerio de Capital Humano no cesan, descargos oficiales contradictorios, contratos «fantasmas», funcionarios que «se van», funcionarios que se quedan pero «se tendrían que ir», allanamientos, la «cajita feliz», camionetas 0km que tendrían que estar pero «parece que no están» y la frutilla del postre: la gestión de la ministra Sandra Petovello sí compró alimentos, que «algunos» fueron entregados en las terminales de Villa Martelli y Tucumán, hoy allanados en subsidio por el juez Casanello. Aún más, esos alimentos fueron comprados a «empresas denunciadas por esta misma gestión». Petovello, a un paso de ser procesada.

Cercada por las denuncias, este sábado Petovello expresó su deseo de renunciar, poniendo en duda su continuidad al frente de la cartera. El riesgo penal y la inestabilidad emocional de una funcionaria clave para el presidente Milei, claramente sin espalda política se encuentra hoy desbordada por las presiones y la brutal disputa facciosa dentro del propio gabinete. 

El dirigente social Juan Grabois a comienzos de febrero había denunciado penalmente a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, por «incumplimiento de los deberes de funcionario público» por «no disponer la entrega de alimentos» en comedores barriales y comunitarios. De esta manera, tras la «fila del hambre» frente a la cartera social salió a poner en evidencia ante la opinión pública, la insensibilidad y crueldad de la administración de Milei con los más vulnerables. Pese a que desde el gobierno, su vocero intente ridículamente minimizarlo, es un estigma y una mácula indeleble en la memoria colectiva de un Pueblo, que con hambre clama por misericordia y alimentos. La Iglesia, desde sus distintos sectores, también alzó su voz.

A la aceleración de denuncias cruzadas y despidos de los últimos días, se suman ahora los allanamientos en los depósitos de Capital Humano y las nuevas irregularidades encontradas, donde el Juez Casanello deberá resolver por la retención y “la existencia de considerables cantidades de alimentos acopiados en dos depósitos, que en parte se encuentran próximos a vencer, y en parte vencidos”. En el procedimiento se secuestraron registros digitales y en papel que establecen la trazabilidad de los productos, la investigación continúa en desarrollo.

Mientras los alimentos se pudren en los galpones de Capital Humano, lo cierto es que «la comida no puede ser una variable de ajuste», la necesidad de los que no tienen nada, no debe ser profundizada ante la «revancha» de una administración minúscula en el tiempo, y seguramente inexistente en la historia. Será con certeza recordada como una de las «pesadillas» de los tantos sueños que tuvo nuestra amada Patria.

En lo inmediato, el juez intimó a la ministra a informar en un plazo de tres días sobre las toneladas de alimentos que están en los depósitos. Además, Sandra Petovello sí compró alimentos en su gestión, quien dio el visto bueno a la adjudicación con su firma digital, fue Alejandro Gabriel Schavi, actual subsecretario de gestión administrativa. Es obvio, que en la «cadena de responsabilidades» hay más funcionarios de la cartera hasta llegar a la ministra.

 

Los que quieran oír… que oigan

(*) Oscar Dufour es escritor, periodista y ensayista Argentino. Presidente © Grupo Agencia del Plata. Columnista de medios internacionales. Vicepresidente de la Asociación de Periodistas de Moreno – Provincia de Buenos Aires.

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