Pobladores de la comarca andina contaron sus experiencias de convivencia junto al magnate británico en la zona donde hace más de diez años organizaciones ambientalistas y pobladores reclaman un acceso público al lago.
Vecinos del área de Lago Escondido denunciaron «la tensión» que genera la presencia del empresario Joe Lewis en el lugar, que contrata personal para «hostigarlos», tal como lo hicieron manifestantes que se movilizaron en la Sexta Marcha de Expedición por la Soberanía de ese espejo de agua.
A la vez, cuestionan a los funcionarios y les enrostran no hacer cumplir las normas que indican que el acceso a esa zona es público.
«Esos terrenos son fiscales pero están habitados hace años. Los funcionarios prometen los títulos de propiedad para que los vecinos se convenzan de que ese no es un camino público y apoyen a Lewis», relató Reynaldo Rodríguez, poblador de El Bolsón y dueño de la radio local FM Activa, respecto a los terrenos del camino de Tacuifí para el acceso al Lago Escondido.
Y detalló que «el camino que sale desde la ruta está totalmente vallado, a pesar de que hay documentos aprobados por la Justicia que dicen que ese es el camino público».
Ivana Huenulaf, vecina de Mallín Ahogado, Río Negro, y parte de la comunidad Tierra y Dignidad marcó: «Cuando hay órdenes de desalojo se cumplen, pero para hacer cumplir las normas que indican que estas tierras son de todos nosotros no hacen nada».
Huenulaf nació en Cholila, vivió hasta 2018 en Cushamen y ahora vive en la comarca junto a sus seis hijos: «La tensión que genera la presencia de Lewis en este lugar es insostenible. Convivimos constantemente con estas personas que contrata para hostigarnos. A veces pienso en irme, pero a la vez somos muy felices acá, en el territorio donde vivían nuestros abuelos», señaló.
Pobladores de la comarca andina contaron sus experiencias de convivencia junto al magnate británico Joseph Lewis, propietario de la compañía Hidden Lake, que se instaló en los 90′ en las tierras que le compró a la familia Montero y donde hace más de diez años organizaciones ambientalistas y pobladores de la zona reclaman un acceso público al lago.
Desde la Asamblea en Defensa del Agua y la Tierra de Mallín Ahogado dijeron que «en la calle, cuando circulamos sin manifestarnos, nos corretean, armados, a caballo, en cuatriciclo o en camioneta, para que tengamos miedo y nos vayamos, así que para nosotros es moneda corriente este trato».
Y aclararon que si bien apoyan y valoran la marcha «no podemos sumarnos porque tenemos que vivir acá el resto del año y seguir defendiendo nuestros bienes comunes».
Según vecinos de la zona, Lewis llegó a la comarca «en pleno menemismo y con una crisis social muy grande» y «construyó el marketing» de su empresa hacia los pobladores del lugar.
«Las 12 mil hectáreas se las compró de manera fraudulenta a la familia Montero, que estaban en esas tierras desde 1940», detalló Reynaldo Rodríguez, referente en la región de FIPCA (Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua) , organizadora de la marcha, aclaró que «lo que queremos expresar quienes vivimos acá es el rechazo a la apropiación extranjera de las tierras fiscales y de nuestros recursos naturales».
En noviembre de 2020 el bloque de legisladores del Frente de Todos de Río Negro presentó un proyecto para que el Estado provincial exija la «creación, por interés público, de la servidumbre administrativa sobre el camino de Tacuifí para garantizar el libre acceso al Lago Escondido» y expresa la necesidad de incluir al lago en el Corredor Turístico de Río Negro.
Al pie de la Ruta 40, El Viejo Almacén del Foyel guarda imágenes y documentos históricos del lugar en distintas épocas, como cuando el ‘camino de Tacuifí’ era una huella para transportar ganado a Chile. El predio antes estaba sobre ese camino, según relatan los habitantes del lugar, pero ahora está ubicado sobre la ruta. Desde allí se ve el gran portón que delimita la entrada al camino que desemboca en la mansión de Lewis y el puesto de seguridad privada que lo vigila todo el año.
«Lo que le pasa a todo el mundo es que cuando llegas te echan. Se te acercan unos paisanos encapuchados y te dicen que ahí no se puede estar, que a la noche corren balas, que es peligroso, que hay animales sueltos. Te hostigan para que te vayas», relató Reynaldo Rodríguez.
Y agregó: «Hace dos años otros compañeros fueron agredidos en el mismo lugar, donde les dieron vuelta el bote en pleno lago, pero el juez que tomó la causa no encontró delito».
Además, pobladores de lugar plantearon su sorpresa por la reciente visita del expresidente Mauricio Macri y del saudí Yasir Al-Rumayyan, a cargo del Fondo de Inversión Pública de ese país y accionista del club de fútbol Newcastle United.
«Acá escuchamos volar el helicóptero», dijo uno de los vecinos que vive cerca del camino de Tacuifí.
«Si vos tenés una propiedad privada e hiciste un camino, por qué se lo vas a dar a la gente pública, que siga entrando como entró antes. Y si pide permiso y quiere conocer el lago puede ir y conocerlo», dijo Keen Van Ditmar por Radio Nacional Bariloche.
Keen Van Ditmar vive en Bariloche y es hermano de Nicolás Van Ditmar, administrador de Hidden Lake, quien en 2011 organizó una marcha en Viedma para reclamar una inspección judicial que se había hecho para estudiar la traza del camino de Tacuifí.
Ante el nuevo reclamo por el libre acceso al Lago Escondido, Keen apuntó a los manifestantes: «Se puede entrar por donde se hizo históricamente». Sin embargo, la expedición que partió el último 4 de febrero no logró llegar.
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