Pablo Moyano fue el gran ausente en el encuentro de la CGT con la administración de Milei, el líder de Camioneros había avisado que impulsa una reunión a fin de mes del Consejo Directivo de la central obrera para lanzar un «nuevo plan de lucha» contra el gobierno anarco-colonialista.
Por Oscar Dufour | (*)
Uno de los líderes sindicales con más músculo político en las últimas décadas fue Hugo Moyano, los enfrentó a todos en cada etapa de la historia Argentina, políticos y «empresarios explotadores». Así construyó su poder, basado en la desconfianza y la falta de pleitesía ante poderosos públicos y privados. Les ganó a todos.
En la actualidad, la figura de Hugo persiste en el recuerdo que cuando el peronismo lucha frontalmente y controla las calles, triunfa. También, si se contara con una mano a las personas más poderosas de la política argentina en estos últimos años, con certeza entra en el quinteto. Un liderazgo que sucede su hijo Pablo, tanto en Camioneros como en la CGT, evidenciando que no está dispuesto a doblegarse por más amenazas que reciba, que no va a entregar los derechos de los trabajadores, y no va a cesar en la lucha para defender nuestros intereses nacionales. No es difícil de entender, es el fiel reflejo de su padre y de tantos compañeros que soñaron para los tiempos, una Argentina con justicia social, bien federal, donde sea posible vivir con oportunidades para todas y todos.
Los planteos que este martes llevó un sector de la CGT a la reunión con el gobierno de Milei, cediendo a sus pedidos para habilitar el diálogo tripartito con empresarios y autoridades en un eventual Consejo de Mayo, confronta con la estrategia del líder de Camioneros, que junto a Sergio Palazzo (La Bancaria), Mario «Paco» Manrique (SMATA) y otros alineados en el FRESIMONA que referencia al legendario líder de los mecánicos Ricardo Pignanelli, desarrollan desde la esfera combativa dispuesta a no entregar ninguno de los derechos adquiridos estas últimas décadas. Hoy, soñar con un País normal es cada vez más difícil, pero vale la pena intentarlo, ya que lo «imposible» solo cuesta un poco más, y «lo que cuesta vale».
Pablo Moyano no quiso este martes ser parte de la negociación con el gobierno nacional, pero sobre todo, dejó en claro que a los enemigos de los trabajadores, se los enfrenta en todos los campos y sectores. Por eso, «el próximo 25 de julio habrá reunión del Consejo Directivo de la CGT donde seguramente se va a ratificar el plan de lucha que se acordó en enero».
«Yo soy partidario de que hay que confrontar contra este Gobierno porque es enemigo de los trabajadores».
Pablo MOYANO
Un objetivo sensato, que «es superador a lo que se saca o deja de la Ley Bases» recientemente promulgada, que interpela el actual estado de profunda recesión, pérdidas de empleos en todas las actividades y caída del poder adquisitivo de trabajadores activos tanto regulares como informales y pasivos con una falta de perspectivas de mejoras de recuperación económica en el corto plazo, producto de la «entelequia» que emerge desde el accionar del gobierno de Milei, a contramano del interés general y atrapado en un laberinto de sus propios errores, donde la variable de ajuste siempre son los más débiles, los trabajadores o los que no tienen nada de nada.
Un dato, en medio de las tensiones con el gobierno de Milei, las idas y vueltas de la CGT -que cada uno se haga cargo de sus actos-, la próxima parada es Pablo Moyano esquina Luis Barrionuevo, un escenario político-sindical en desarrollo que será «para alquilar balcones».
Los que quieran oír… que oigan
(*) Oscar Dufour es escritor, periodista y ensayista Argentino. Presidente © Grupo Agencia del Plata. Columnista de medios internacionales. Vicepresidente de la Asociación de Periodistas de Moreno – Provincia de Buenos Aires.
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